Gisele Azimi: «Biobío tiene una oportunidad única para liderar en la lucha contra el cambio climático»
Experta internacional en tierras raras compartió con alumnos y académicos de la Universidad de Concepción un proceso de rescate de estos elementos, críticos para el futuro del planeta, que es único en el mundo: limpio, simple e inocuo para el medio ambiente.
En el mundo y en Chile, es urgente avanzar en la transición energética y en la viabilidad de tecnologías limpias, para asegurar un desarrollo responsable que permita mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas y el medio ambiente.
En nuestro país, la Ley Marco del Cambio Climático y la Estrategia Nacional de Electromovilidad, entre otras iniciativas, plantean metas exigentes y necesarias, con el objetivo de convertir a Chile en carbono neutral. Una de ellas es que al 2035 la venta de vehículos livianos y medianos sean 100% eléctricos, para seguir en los siguientes años con otros transportes terrestres y eventualmente conseguir la electrificación total.
En este desafío, así como el litio o el hidrógeno verde, hay elementos claves para combatir el cambio climático que en el mundo se han definido como críticos para el desarrollo de las tecnologías limpias. Se trata del Disprosio, Terbio, Neodimio y Praseodimio, entre otros, que se clasifican como tierras raras. Biobío puede convertirse en la principal zona en el mundo proveedora de tierras raras con un sistema único, limpio, simple e inocuo para el medio ambiente.
Justamente, en el marco de una charla sobre innovación en el proceso de cosecha de tierras raras a alumnos y académicos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción, la profesora del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Toronto y Directora en Aclara, Gisele Azimi, nos cuenta la relevancia de estos elementos, avances y oportunidades para la Región del Biobío y el país como productor de estos elementos.
– Doctora Azimi, ¿qué son las tierras raras?
– Tierras raras se denomina al conjunto de 17 elementos que incluyen el Disprosio, Terbio, Neodimio y Praseodimio, fundamentales para la electromovilidad, energías renovables y la tecnología limpia, dados sus usos en la fabricación de vehículos eléctricos y turbinas eólicas. Además, estos elementos están presentes en múltiples productos y aplicaciones de uso diario como los smartphones, equipamiento de salud y la aeronáutica, entre muchas otras.
– ¿Cuáles son las propiedades de las tierras raras que las hacen claves para el cambio climático?
Las tierras raras tienen propiedades magnéticas, espectroscópicas y catalíticas que son únicas. Por lo tanto, se han convertido en un componente principal de muchas tecnologías verdes. Los magnetos de tierras raras se emplean en las turbinas de viento usadas para generar energía eólica. También se usan en los motores eléctricos que utilizan los vehículos eléctricos. Podemos ver que estos elementos tienen un papel importante y que son componentes clave para hacer el mundo más verde.
En la zona del Biobío se encuentra una alta presencia de Disprosio y Terbio, además de las tierras raras livianas Neodimio y Praseodimio. Estos elementos son críticos para la producción de magnetos permanentes de alto rendimiento, empleados principalmente en la fabricación de los motores para los vehículos eléctricos y aerogeneradores.
– ¿Qué innovación existe en el mundo para cosechar las tierras raras de manera sostenible?
– Vine al Biobío a dar una charla sobre un nuevo proceso de cosecha de tierras raras que nace justamente en esta zona, gracias al desarrollo de una innovación forjada por el talento de profesionales de Aclara que se apoyaron en académicos de la Universidad de Concepción y en académicos internacionales, de la Universidad de Toronto en Canadá. Desde acá se creó un proceso de producción, inédito en el mundo, que queremos aplicar en el Módulo Penco y así revolucionar la oferta de tierras raras. Por primera vez en el mundo va a existir una fuente sostenible y verde de estos importantes elementos.
– ¿Qué características especiales tiene este sistema?
– Se trata de un circuito cerrado que recircula el 95% del agua del proceso y tiene un consumo muy bajo de este recurso, apenas 10 litros por segundo, muy por debajo a lo usado en la mayoría de actividades productivas. Es un proceso limpio, que utiliza fertilizantes comunes para separar los minerales de las arcillas y luego devolverlas al suelo de forma inocua, pudiendo revegetar con especies nativas.
Además, no requiere tronaduras, lo cual lo diferencia de la producción convencional. Tampoco necesita chancado ni molienda, reduciendo así el consumo de energía y la huella de carbono. Otro atributo es que no se extrae ningún elemento radiactivo, a diferencia de otros productores de tierras raras alrededor del mundo. Es sin duda uno de los procesos más sostenibles que puedan existir a nivel global.
– ¿Qué oportunidad tiene Penco en materia de producción de magnetos de tierras raras para combatir el cambio climático?
– Biobío tiene una oportunidad única para liderar en la lucha contra el cambio climático. Las arcillas de Penco contienen las tierras raras pesadas más demandadas del mundo y pueden obtenerse con un proceso muy sencillo y limpio. Pero sumado a esto, el potencial de investigación, desarrollo e innovación que se genere desde la academia, gremios y proveedores locales de la zona, puede iniciar un camino hacia la manufactura de magnetos permanentes de tierras raras desde Chile al mundo y dar un nuevo posicionamiento a la región y el país. Tenemos que luchar contra el cambio climático y permitir la descarbonización de nuestro planeta por el bienestar de las generaciones del presente y futuro.